Dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el INCIBE desplegará estas inversiones para impulsar el ecosistema empresarial del sector; reforzar la ciberseguridad de los ciudadanos, pymes y profesionales; y consolidar España como nodo internacional en ciberseguridad.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) articulará este reto a través de nuevo Plan Estratégico 2021-2025, alineado con la agenda España Digital 2025 y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y que confirma el compromiso del Gobierno con la transformación digital y el crecimiento económico a través de la colaboración público-privada. El plan se desarrollará a través de tres ejes principales que pasan por,
•El impulso del ecosistema empresarial del sector y la captación del talento
•El fortalecimiento de la ciberseguridad de los ciudadanos, pymes y profesionales
•La consolidación de España como nodo internacional en el ámbito de la ciberseguridad.
Industria de ciberseguridad
España cuenta con una industria de ciberseguridad con más de 20 años de experiencia, más de 1.600 compañías que facturan 1.300 millones de euros anuales, y unas expectativas de crecimiento que rozan el 15% anual. Por todo ello, el impulso del ecosistema de ciberseguridad figura como una de las prioridades de la Agenda España Digital 2025 y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, a través de fomento del emprendimiento, el apoyo a la I+D+i en ciberseguridad, los programas de aceleración para el crecimiento de start-ups, el impulso a la internacionalización o la identificación y desarrollo del talento en ciberseguridad, entre otros.
Actualmente, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital tiene abierta una consulta para identificar propuestas de fortalecimiento de las capacidades de ciberseguridad de las pymes y el impulso a la industria del sector.
Asimismo, a través del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), se lanzarán próximamente varios programas dedicados, por una parte, al emprendimiento a través de la colaboración público-privada, la capacitación tecnológica de las empresas y el impulso a la internacionalización, y, por otra parte, el impulso de la innovación en ciberseguridad a través de la compra pública innovadora.